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Viaje

Viaje

En plena foto y se me ocurre orinar,
Joel le dijo a Edgar, aprovecha, yo te cubro, clásicas joeleadas.
Por ahí mi madre, Vero mi carnala, al parecer volteándole la cara al Edgar y una amiga llamada Mimi, en algún río de Sinaloa. Esta foto me lleva de viaje.

Vámonos de viaje, ¿a dónde? yo tomo esa máquina y nos vamos al pasado, ¿cuál máquina? La de mi mente, ¿me acompañas? Vamos.

Una casa en construcción y la Ofe nuestra madre, arriba, en la tiendita cortando el pelo. Mi hermana, una adolescente que había regresado, aunque ya vivía con su novio y yo, un pequeñín que cuidaba mi hermana un rato. Las camas, poltronas, como catres, de esos metálicos que se desdoblaban y ese pequeño con problemas de incontinencia, que se meaba y le daban unas tundas.

Llegaba Joel enloqueciendo el barrio, era una celebridad en el barrio, a la moda, sonriéndole a todos y a todas, echando bromas con todos, tenía mucha energía (para hablar con todo mundo, también se requiere una energía que yo nunca he tenido) y podía bromear con cada vecina, era coqueto, pero igual bromeaba con gente mayor, con cada uno tenía una historia, un juego, una ocurrencia y tenía como un imán, era carismático, al pasar por el barrio se veían las sonrisas que iba dejando en el camino, de muchachas asomadas viendo al galán que además que a veces hacía show, como parkour.

Edgar, del que siempre se esperaba todo, buen dibujante, buen deportista, buen estudiante, inteligente y noble, firme y fuerte. El Edgar que respetaban todos. Ambos hacían buen equipo, Joel y Edgar, cuando juntos, siempre eran un acople de risas y chistes que iban en ascenso, hasta que se quebraban los dientes al caerse de un catre, por bruscos e ir al espejo a ver que habían roto sus frontales de forma igual y después la friega de la Ofe, a la que le teníamos ley, miedo, porque aguas, la jefa, era permisiva con algunas cosas y regañona con lo que menos te esperabas.

Estoy hablando del tiempo de más bonanza en casa, porque cuando yo era más pequeño, era más carente la cosa. Cuando tenía como ocho años, yo era (y soy) un (entonces niño) espécimen raro, ya tocaba la guitarra, había descubierto eso, que tenía una habilidad e interés por tocar la guitarra, con más avidez que mis hermanos que tocaban trovas, yo con retos que eran de prodigio, de niño especial, porque a veces me exhibían, ¡carnal, toca Mujeres de Silvio y ahí estaba tocando para los locochones hippies amigos de mis hermanos.
Ahí andaba yo, entre mi mamá y las pláticas de adultos de salón de belleza, los ovnis que salían del cielo, en noches con negocio lleno, con gente atendiendo sus cabelleras, viendo cuando llegaba mi papá, allá venía en el camino mi amado jefe, percudido de mar, mirada melancólica de viajero, cabello desaliñado y un costal de camarones y pescado para el congelador, además de que se venían salidas a restaurantes o a la ciudad, cuando el regresaba, de mares y mareas de barcos.

Verónica en años vivió cerca del estándar, luego ahí con mi grande, nuestra bisabuela, ya casada y no hablaré de años después que vivió en Mazatlán, porque eso ya es de mi vida de joven.
Verónica, ¿cómo no quererla?, le gusta ayudar y no pide ayuda, le gusta y puede servir con mucho amor, recuerdo que mis amigos de Guadalajara me decían, qué guapa es tu hermana y es que además de serlo, tiene esa chispa Durán, un poco eso que tenía Joel, mucho parecido a mi padre en su carácter, a todo dar, dicharacheros.

Qué bonitos hermanos me dio Dios, la vida, ellos que están en una comunión constante con una fe que los sostiene, digo, los, porque yo no soy religioso y sí un hombre de fe, esto no obedece a estas alturas por lo que me dio la familia cuando era niño, todo es, porque me he mantenido observador, expectante, ahí con mi guitarra, viéndome, criticándome, aceptándome, porque no, con lo que me atora, lo que idealizamos, lo que me sirve, lo que creo y lo que no y creo en el amor y ¿porque digo esto? porque dije vámonos de viaje y los viajes son así, uno va y nunca es el mismo, unos vienen, llegan, corren, unos vamos a pie, quiero decir, que esta vida que compartimos es un viaje distinto para cada uno, cruzamos el aquí y la dimensión del tiempo y el espacio, de la jerarquía de valores, del árbol de creencias, el sistema que nos construye y construimos, que muchas veces se derruye, o deberíamos derruir para no forzar las causas, los azares y destinos que cantaba Silvio.

Rubén, no es que me falte en mi memoria y corazón en este viaje que estoy haciendo, es que es otro ángel, que cuando joven, anduvo en ida y vuelta y decían que me consentía mucho, Rubén, el apuesto hermano de ojos azules, que yo adoraba y era una especie de súper héroe, y él, prefería hacer chistes, vivió su viaje desde extremos, hasta lo apacible de un camino de fe.

Vuelvo a la Vero, a ella que tanto da, quisiera que viera su viaje y que piense que está en buen camino, que elija y tenga fe, porque este viaje de la vida, empieza siempre, cada instante, que se alivie en el presente, que deje caer el pasado amorosamente y que vea por ella y para ella, que viva y solo viva hoy, plena, una vez que vea que su viaje ha sido muy bueno y bendecido y se lo dice este hermano, no religioso, intelectual y bohemio, lleno de fe, eso sí, se lo dice este testarudo hermano y se lo digo de una vez a mi hermano Edgar, qué bueno sería platicar y abrazarnos largo y tendido de lo que ha sido, es y será el viaje de la vida, ahora que la Ofe ya está grande y que nuestra raíz se fortalece.

Se los digo desde el aeropuerto de San José California, rumbo a Japón, donde voy descubriendo que el viaje no es la nave, si no quien va en ella. Con amor, les dejo mi canción Rubén, para mi hermano que falleció con y de covid en el 2020.

Rubén

Acerca del autor
Cantautor, es uno de los representantes más notables de la nueva trova mexicana. Como solista ha grabado Disímbolos, Acerca de soñar, Una cascarita en directo, Plural Espejo, Así, Hay un hombre que camina y Canto Nuevo para Niñ@s.
Cuenta con un libro de narraciones donde muestra, en tono autobiográfico, el paisaje de su natal Topolobampo, da conciertos y giras, realiza actividades educativas y musicales para la niñez, escribe música para teatro y se mantiene activo con diferentes enfoques y dedicando su vida al arte.