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Nadar contra corriente

Nadar contra corriente

 

“Qué vida la del salmón, nadando a contracorriente”
López Jaime

Nadar a contracorriente suele ser un riesgo, yo recuerdo la sensación de nadar en el mar y el cansancio desesperante, que pone a prueba no solo la resistencia física, pone a prueba la mente, las emociones, te sientes vulnerable.

Se dice que en la vida, a veces hay que “nadar a contracorriente”.

Una vez leí en un libro que me prestó un amigo, hace años, un libro de espiritualidad, que mi amigo, al verme un tanto depresivo, me dijo, -mira, aquí he encontrado algunas ideas que me han sido útiles, lee este libro, tal vez encuentres algo que pueda ayudarte. Era un libro budista que no he vuelto a ver, decía que la espiritualidad y la paz interior, incluso la evolución del alma estaba en la “no resistencia” a diferencia del yoga, que es tensar, es estirar, en esta corriente filosófica el sustento era fluir, distenderse, dejarse llevar por el río de la vida, no combatir con tus pensamientos, amar sin apego, algo así como ‘ser huecos como el bambú’, porque Dios cabe en lo hueco, no en lo lleno, así mismo, decía, vaciar tus pensamientos hasta llegar a la nada, hasta el no pensar. “Deja de pensar un minuto y te hago buda”

Por otro lado está el ego, la competencia, el estrés, el tener la razón, en política, en religión, por ejemplo, ya no digamos en frivolidades como el que futbol, aunque todos esos tópicos se frivolizan por igual, se parecen, se manosean y se crean facciones y todas esas filias, solo son espejismos de un sistema, nada ver con esa premisa de espiritualidad que te invita a dejar de combatir con los pensamientos, porque estos, solo son huéspedes efímeros y hacerle caso, es hacerle caso a huéspedes efímeros. Acción no es igual que trabajo, el que acciona reacciona, fluye, el que trabaja solo cumple un cometido.

En la música he tenido esa disyuntiva, y habiendo pasado por la etapa juvenil de rebeldía, que de alguna manera es nuestra escuela, espero nunca perder esa rebeldía al envejecer, (si es que me toca) persistir en cierto combate, pero, por qué rebelde Yahir, me digo, porque no es lo mismo rebelde que terco (que también lo soy, ustedes disculparán) ¿qué acaso no te gusta la tranquilidad, la elevada espiritualidad que da el no combatir? Por supuesto, me respondo.

Desde muy pequeño me di cuenta de que estaba solo, en el momento que descubrí mi vocación artística, intuí lo sólo que estaba y que ese trabajo solitario era para unir, para sembrar, es decir, esa búsqueda era para combatir, era, pues para honrar algo que se descubre, entonces, atraído por la no lucha contra mí, también me percaté que había una corriente o varias corrientes musicales, ideológicas, políticas, religiosas, de tendencias y de modas, que yo no quería seguir, entonces supe que no me quedaba otra que nadar contra corriente.

Esperando que el público, mi amada familia, mis amigas y amigos, quien quiera, algún día conecten con el corazón a través de este, a veces salmón, a veces ave, a veces errado y a veces inspirado les acompañe en ese servicio que me puso en acción desde que me dije, cuento conmigo, el nadador se tiene a sí mismo, la corriente no debe descarrear su objetivo que es seguir nadando a veces contra el viento y a veces a favor, mientras sea por la propia (y la ajena) vida.

Cantaba con estilo de un tal Pedro Infante
el eco de los Beatles me llegó también
en tanto estaba solo pero en compañía
de ingenuas esperanzas de otros como yo

Los libros eran algo que tenían polillas
con flores disecadas en el interior
los plebes en la esquina distrayendo el tedio
el mundo estaba entonces en cualquier rincón

por eso siempre estoy tan sólo como estoy
por eso ven a mi, te doy mi soliloquio y mi canción

Crecí bajo el amparo de la raza brava
viví desamparado de pensar y amar
amparo y desamparo me desconcertaban
por eso hice de mi “de tripas corazón”

Yo ni me daba cuenta de que estaba vivo
yo era un bicho raro pero muy feliz
amaba las películas de Pedro Infante
cantaba muy despacio la de “Le it be”

Por eso siempre estoy tan solo como voy
por eso ven a mi, te doy mi soliloquio y mi canción

Les dejo esta canción para que la escuchen y recuerden que hay PEÑA CULTURAL en Topolobampo el 30 de septiembre (rigurosa reserva) al teléfono 6681112407

Soliloquio (Spotify)

Soliloquio (Youtube)

 

 

 

 

 

 

Foto de Jacob Bentzinger en Unsplash

Acerca del autor
Cantautor, es uno de los representantes más notables de la nueva trova mexicana. Como solista ha grabado Disímbolos, Acerca de soñar, Una cascarita en directo, Plural Espejo, Así, Hay un hombre que camina y Canto Nuevo para Niñ@s.
Cuenta con un libro de narraciones donde muestra, en tono autobiográfico, el paisaje de su natal Topolobampo, da conciertos y giras, realiza actividades educativas y musicales para la niñez, escribe música para teatro y se mantiene activo con diferentes enfoques y dedicando su vida al arte.