Es
Todo el tiempo para mí, como si no hubiera pasado, cual ningún lazo en otro lugar, como la vida ahí y ahora, por lo menos en un tiempo breve, de varios días y noches.
Ámsterdam: que hablando inglés, el idioma …
Las brechas ideológicas, los prejuicios, dogmas e ideas estancas a veces, las suelen romper los hijos.
Dicen que estamos colonizados en ideas, igual tenemos inevitablemente un patrón de conceptos que de alguna manera condicionan en uno, lo que “debe ser la vida”, de ahí la idea de desaprender.
Me considero un duro, como mi apellido, “Durán”, es decir, con mucha rigidez que eventualmente, cuando puedo y me doy cuenta, suelto y aligero.
Para mi ha sido importante, como para cualquiera, los orígenes, visto desde afuera y con ojo crítico, enraízan moldes y patrones de ideas.
Por ejemplo, creo que al venir de una familia modesta, no pobre o al menos, no consciente de ello, porque nunca tuvimos hambre y si hubo carencias, ni me di cuenta, en muchos sentidos, no sabía que éramos un tanto modestos, por varias razones: una, todo se daba en abundancia, hambre no podíamos pasar en una bahía y una tierra tan generosa, no éramos consumistas, dos, fui el menor, me tocó un poco más de privilegios en una familia, por decirlo rápido “ya consolidada” tres, al decir estos dos aspectos y sumar que descubrí la cultura y el arte, como un derecho universal, sin saber que en realidad, pocos acceden al disfrute de las bellas artes, por una cuestión clasista y un cuarto fenómeno, es que en realidad en mi casa hubo un momento de esplendor económico que me tocó disfrutar como el menor de la casa.
Creo que haberme clavado con la trova, no fue más que una bella salvación que me aislaba de un mundo que no me gustaba tanto e imponía modas y tendencias, inhibiéndole a la inteligencia, a la lectura, a esa otra forma de hacer canciones que no era bienvenida en la industria establecida de la música y lo único que existía era la televisión y la radio, entonces las colecciones y adquisiciones eran clandestinas y por ello más emocionantes y algunos artistas se infiltraban (cosa que me parece una hazaña) entre el monopolio de los medios masivos.
Es por eso que, ingenuamente quizá, fui más “rojillo” por decirlo también mal y rápido, que los mismos comunistas que después hacían cosas opuestas a lo que cantaban, adaptados a un mundo que había cambiado para siempre.
Los hijos son otra historia, ellos nacen en condiciones citadinas, saben y tienen opciones de elegir y deciden lo que deciden, con las amplias posibilidades que les da su generación, definiendo su propia búsqueda.
Ahora viéndolos y aprendiéndoles, tal vez es por eso que luego me puse a hacer TikToks, quien lo diría, es por eso que luego me puse a escuchar músicas más comerciales y darme cuenta de que, aunque no me representan, no las disfruto del todo, a algunas propuestas las acepto como algo que merece atención. En otras palabras, sin mi hija Camila, no hubiera podido desaprender o re aprender.
Camila, parece que tiene oído absoluto, quien sabe, eso sí, nunca la escucho desafinar, desde pequeña la vi con esa onda artística y me dije, ¡”en la maus”! la que le espera.
Compuso una melodía para flauta en la primaria, aunque antes de hablar entonaba a la perfección los intervalos de canciones brasileñas que yo escuchaba.
Por fortuna ella está más capacitada, a diferencia mía, para un entorno más popular, comercial y eso, créanme me da mucha tranquilidad.
Desde niña la invité a hacer coros en algún disco, a cantar un disco completo de niñ@s, la subí a escenarios como el teatro Degolllado, la invité a conciertos en Estados Unidos y viendo que en realidad, llamaba más la atención que yo, porque nació con ese imán que además a desarrollado preparándose siempre y sin tregua.
De pequeña estudio bailes diversos, lo que llaman jazz, hawaiano, folclor y decía “es lo mío” pero cantaba hermoso, después teatro musical y decía “es lo mío” pero cantaba hermoso y después teatro de carácter y asegura y no lo dudamos, “es lo mío” ¡es una gran actriz! pero, insisto, canta hermoso.
Entonces todas las expresiones escénicas son lo suyo, tal vez el baile en menor medida, pero sí que le sabe.
Es una artista genial que además (y eso me lo dicen porque yo como papá, la veo como se ve a alguien cercano, muy normalita) me dicen, que es muy bonita.
Bonita la vi siempre con ojos de amor de papá, claro, desde bebé que besaba sus piecitos y nos hacía berrinches yo la veía bonita. En fin, ella, me hace muy feliz con cada logro.
Siempre soñé que alguna cantante cantara mis extrañas rolas. Hace poco me dijo, -quiero grabar canciones tuyas y que tú me produzcas (hagas los arreglos) y yo, me contuve de irme bailando de alegría como un saltimbanqui, el caso es que aquí está, el primer tema que, ella eligió (no sin cierto desconcierto mío) y ¿qué les digo? ¿qué más decir? ¿a poco no, que una artista de nuevas generaciones decida cantarte y que además esa artista sea mi hija, es algo que ya me da motivos para confirmar que esta vida vale la pena?
Decide llevar como nombre artístico el apellido de su mamá que tanto admiramos “Merchant” y que Alan, su hermano, calladito (y ni modo, es la verdad, aunque los papás sonaremos siempre poco objetivos) es un genio muy hermoso, un adulto consolidado que seguro, está (estamos) felices de que Camila Merchant esté hoy lanzando “A lo verás”
Les dejo aquí el enlace y ahora sí que estaré dándole y dándole en compartir y que ustedes me ayuden y bajen y escuchen y compartan la canción. ¡Gracias!
Créditos:
Violin: Nirl Cano
Contrabajo (tololoche): Joaquín Fregoso
Acordeón: Miguel Puente
Arreglo, Guitarras y composición (letra y música): Yahir Durán
Voz (magia): Camila Merchant
Ing. de Grabación y Mezcla: Gerardo Lomelí